Sólido y flexible, ha sido diseñado para gestionar una amplia variedad de formatos y productos con viscosidad y composición diferentes. Es Sacmi ALF, el innovador monobloque que reúne en una única solución el sistema de llenado, el dosificador de nitrógeno líquido y la taponadora.
La instalación, suministrada en México a uno de los principales fabricantes del sector, ha sido pensada para garantizar simultáneamente la máxima productividad y flexibilidad de uso.
Con un paso de 226 mm, el monobloque Sacmi está dotado con 40 válvulas de llenado que trabajan sin contacto. Los 5 cabezales de tapado y las especiales pinzas de agarre permiten gestionar indiferentemente formatos de 2 a 9 litros para una productividad total del sistema comprendida entre 2.700 y 7.200 botellas por hora, según el formato.
Adecuado para gestionar cualquier tipo de líquido detergente –jabones, suavizantes y limpiadores multiusos– el monobloque Sacmi ALF trabaja con independencia de la viscosidad, que suele ser muy diferente entre los diferentes productos comercializados. El product range prevé una amplia gama de viscosidades que va desde los detergentes con viscosidades newtonianas hasta otros con viscosidades típicamente no newtonianas; también tolera sin problemas el alto poder corrosivo de algunos compuestos ya que todos los componentes en contacto directo con el producto se han fabricado con acero inoxidable AISI 316L.
Además del sistema de llenado ponderal con celdas de carga «inteligentes», que permite la máxima precisión y un control continuo y exacto del peso del envase, Sacmi ALF incorpora un avanzado sistema de movimiento de los envases, gestionado mediante pinzas de agarre especiales, y soluciones específicas para eliminar el riesgo de goteo después de las operaciones de llenado, que se efectúa siempre mediante válvulas sin contacto.
Sacmi, que ya ha desarrollado y comercializado con éxito este tipo de tecnología en instalaciones para el llenado de agua sin gas, amplía su horizonte de negocios ofreciendo una aplicación que permite maximizar la productividad de la instalación y responder, en tiempo real, a las diferentes exigencias del mercado (frecuentes cambios de formato y/o producto). En una palabra, flexibilidad, una de las principales exigencias de los actores internacionales del sector de la higiene doméstica e industrial.